KEIKO KOMA net


23 Jan 2009

Un viento de luz

Hoy también leí con ojos lacrimosos un reportaje triste de noticias desde Gaza diciendo que más de mil personas fueron matadas y que un equipo de rescate fue impedido de salvar a numerosos niños acostados en las calles. Sus ojos oscuros y tenebrosos me hicieron preocuparme mucho y aparecieron hasta en mi sueño. Mientras sabía que seguir manifestando un mundo nuevo lleno de amor debería ser la única solución drástica a las tragedias en progreso, decidí acelerar y ensanchar mis actividades. Después de dos días de conciertos especiales, recé para que los ojos de niños en Palestina se enfocasen sobre el mundo tres etapas antes de la gran explosión. Sentí que mis obras de arte mentizajísticas instaladas en mi cuarto comenzaron a invitar una linda brisa de luz y me cercioré de un ser divino que difundiría por todo el mundo el poder la luz santa por medio de un viento cósmico invisible. Especialmente después de seguir los cursos de asesoramiento pianístico, la luz de origen de una que ello destapa puede influir directamente sobre cada esquina del mundo mediante chorros de luz de vida pura. Luego quise que los ojos de niños en Gaza reflejasen luz de esperanza brotando del mundo tres etapas antes de la gran explosión. Vi un potencial ingente en este mecanismo para salvar sus vidas. Cuanta más gente se diese cuenta de su propio sí verdadero, más fuerte la luz de esperanza. Una no necesitaba hesitar para hacerlo. Es erróneo considerarse a si misma impotente ante tragedias en el mundo ya que una vida singular puede influir grande y positivamente sobre numerosas vidas de personas indiferentes a cualquier distancia. Como último, deseo agradecer dos días de conciertos especiales que han cambiado el espacio del mundo otra vez, energías de luz de vida ahora tienen permiso de fluir por todo el mundo como si fueran vientos divinos.