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15 Jan 2009

Reordenarlo todo en casa

Hoy también el Monte Fuji parecía magnífico bajo un gran cielo azul. Me sentí con ganas de salir al balcón y para mi sorpresa pude ver no sólo el Monte Fuji sino también todas las montañas circundantes. Una ventana de mi habitación captaba la imagen del Monte Fuji como un marco, así que no me daba cuenta de la vista total desde fuera de la ventana. Todo parecía divino y maravilloso. Sentí la misma magnífica atmósfera que el Sr. Idaki Shin, mientras llegué a confiar en el adviento del mundo tres etapas antes de la gran explosión. Además comencé a sentir como si estuviera parada en la ciudad del castillo de Wandu, la antigua capital de Koguryo. Esto demostraba muy bien cómo una podía liberar su andamiaje de conciencia e ir más allá de lo que una había visto sólo a ojo. Así que hoy fue comenzado impresionantemente por una vista magnífica tanto del Monte Fuji como del castillo de Wandu. 
Desde que llegó a mi casa un nuevo panel fotográfico que llamé el padre de Koguryo su atmósfera fue completamente renovada y me sentí con ganas de cambiarlo todo nuevamente, muebles, alfombra, y cortina, aunque acabo de renovar mi casa. Sabiendo que esta idea era imposible, procuré encontrar un lugar apropiado para este panel pero seguía aporrando ya que su influencia era enorme. Además procuré cambiar lo que llamé mi propio mentizaje para tener mejor idea. De cualquier modo he estado hablando acerca de ello con todos mis empleados y estoy muy excitada acerca de lo que podría ser la consecuencia de todo esto. 

La foto fue tomada encima del Monte Gojo donde sentí de cerca la presencia del rey Tomei y realicé reclamaciones de la historia pasada y juré no olvidar lo que pasara en el resto de mi vida. Allí imaginé que el mundo mucho más allá del cielo era fuente de amor que podría nutrir cualquier tristeza. Y la foto visualizó el gran momento de transformación; tristeza de historia devino amor.