KEIKO KOMA net


4 Jan 2009

Construir una nueva nación

Hoy cambié el tema de una exposición de fotografía en el segundo piso del Centro del Cohete a Etiopía y me divertí instalando fotos magníficas de vasta tierra, rica naturaleza, huesos del esqueleto humano más antiguo, gente rezando, lindas damas y hermosos montañeses. El espacio parecía vasto, limpio y rico. Creé nuevas obras de arte con plata y me sentí como si fuera un hombre prehistórico que primero solía manufacturar bienes artificiales en una cueva. Me divertí mucho fabricándolas. Recordé una historia contada por el Sr. Idaki Shin acerca de una era gloriosa de la humanidad que existió antes del asesinato de Jesucristo fuera cometido. Además hice un dibujo de artesanía palestina que compré en Líbano, deseando mostrar a la gente sus obras elegantemente elaboradas y su bello diseño. Oí que los ingresos de estos productos eran usados para mantener escuelas. Sentí que nuestros corazones estaban conectados los unos con los otros mediante estas obras de arte y que la gente que los comprara seguramente los valoraría el resto de su vida. Luego hoy convoqué la junta del club Koma con mucha expectación para el futuro como Koma representaba la eterna espiritualidad de Koguryo. El Sr. Idaki Shin recalcó la importancia de participar en este club para crear valor nuevo en vez de comprar algo de valor. 
Mientras tanto he recibido maravillosas noticias: que el Profesor Ghazi ha estado traduciendo mis cartas al árabe para enseñárselas a sus amigos. Además, uno de nuestros socios me dijo que había conseguido quintuplicar sus ventas tras haber participado en una de mis reuniones de taberna. La Srta. Ai dijo que comenzó a hacer magdalenas mientras se concentraba en el mundo tres etapas antes de la gran explosión y que sabían distinto. Todo aquél que las probara podía sentir un vasto espacio desconocido. Veinticinco años han pasado desde que inicié las actividades Idaki, deseando realizar una sociedad verdaderamente buena que permitiera a las generaciones nuevas manifestar la íntima luz de vida propia y desarrollar su potencial plenamente. Cuando visité el Centro del Cohete imaginé que los reyes de Koguryo estaban a punto de construir una nueva nación encima del Monte Gojo.